domingo, 10 de octubre de 2010

Capacitación para el establecimiento de hortalizas caseras

Se capacito a 84 jóvenes de entre 12 y 16 años en el establecimiento de hortalizas caseras e indirectamente se beneficiaron las familias de cada participante, dando un promedio de 300 personas beneficiadas.

Los jóvenes obtuvieron las herramientas teórico-prácticas para construir un huerto de hortalizas caseras y conocimientos básicos de nutrición como los beneficios que aporta la ingesta de vegetales.

Los talleres se impartieron en la escuela secundaria de San Miguel Ajusco entre los días 30 de septiembre y 2 de octubre de 2009.los talleres estuvieron divididos en dos partes: 1) Teoría acerca del establecimiento de hortalizas y aspectos de nutrición y, 2) Prácticas para el establecimiento de hortalizas autosustentable.

Debido al número de participantes, no se les pudo proporcionar el material necesario a todos para realizar una hortaliza propia, por lo que se elaboro un lista de jóvenes que quisieran comprometerse a construir un huerto en su casa. Posteriormente se hicieron visitas a cada joven que se le proporciono material, y así verificar que se hayan construido los huertos. Por último se hicieron un par de visitas mas para darles recomendaciones y su huerto fuera sostenible.

Hay dos puntos importantes dentro de este proyecto:

1) Un número considerable de participantes pudieron construir su huerto de traspatio. Esto incide significativamente al desarrollo económico de los participantes y sus familias, ya que podrán consumir sus propios productos y ahorraran en el gasto familiar.

2) Dar a los jóvenes los conocimientos prácticos y darles acompañamiento en los mismos, para que los talleres realmente tengan un impacto positivo en su localidad.

A la Sociedad Educativa Multidisciplinaria ROSAJ A. C. le queda la satisfacción de trabajar con los jóvenes, ya que demuestran su interés por el trabajo y más aun para aportar una ayudar en su casa. Muchos de los jóvenes no tenían un espacio para la construcción de su huerto, sin embargo, utilizaron su ingenio para poder instalarlo; algunos incluso lo pusieron en masetas que ya tenían y otros en utensilios que encontraban en sus casas, como cubetas o tinas.